Un poco de historia: El origen de las lámparas turcas
Si hay algo que caracteriza a Turquía son las coloridas lámparas de mosaico de vidrio, que están en el imaginario de cualquier persona que piense en los bazares turcos.
El origen de estas lámparas va de la mano del desarrollo de la industria de vidrio en Turquía, que comienza en el periodo del Imperio Selyúcida (s. XII) y tuvo un auge durante el Imperio Otomano, donde fue Estambul el centro de la producción de vidrio.
Se desarrollaron distintas técnicas de fundición, moldeado, cortado y pigmentación de cristal que tuvieron como resultado la manufactura de una amplia gama de productos como vajilla, decantadores, fuentes, floreros, etc. Pero sin duda la mejor expresión de este arte son las lámparas.
Hay que sumar un factor cultural que ha influido en el desarrollo de la técnica del mosaico, y es que en el Islam no se usan figuras humanas para decorar las mezquitas y lugares de oración, sino que se usa la caligrafía y el arte materializado en patrones abstractos que buscan la perfección para llegar a Dios.
Las lámparas que puedes encontrar en Turkuaz han sido seleccionadas una a una por mi, y están compuestas por una parte de metal y una base de vidrio lisa decorada con miles de fragmentos de cristal de colores, mostacillas, espejo y cerámica, hechas a mano por artesanos expertos que han adquirido el conocimiento por generaciones.
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